Primer dia...y una mortal nueva.

Nos vestimos lo más rápido posible para no llegar tarde. No me costó mucho elegir, cogí una camiseta negra, mis vaqueros desgastados y mis converse fucsias. Mi hermana se puso un corto vestido de terciopelo negro con unos leggins blancos y unas converse grises.
-Bueno¿nos vamos ya?-dije peinándome mi melena pelirroja.
-Si, pero antes...-dijo Vidia cogiendo dos bandoleras rojas llenas de chapas.-...los libros.
-Oh, es verdad-me la puse y solté un quejido.-¡Au, duele! Me lo habré echo con una teja...
-Eso te pasa por dormir en el tejado, Nessa.-me riñó mi hermana al ver la sangre que me había hecho en la espalda.
No lo podia evitar, dormir en el tejado me llenaba de felicidad. Podías ver todas las estrellas y te daba una sensación increible de libertad.
En menos de un minuto, la herida se curó al instante sin dejar ni una cicatriz. Esa era otra ventaja de ser así. Cualquier herida por muy mortal que fuera se curaba rápidamente.
-Bueno, vámonos ya.-dijo mi hermana impaciente.
Se encáramó en la cornisa de la ventana y con un elegante salto llegó a la rama de un castaño. Después fué bajando de rama a rama hasta llegar al suelo sin una mancha en su delicado vestido.
Yo para saltar era un tanto torpe asi que en principio quise salir por la puerta, pero pensé"Qué demonios" y salté aterrizando en la espesa hierba con menos elegancia que mi hermana. Vidia cogió unas llaves de su bandolera y pulsó un botón. Entonces una luz intermitente se encendió en un flamante Porsche de color rojo. Hice una mueca.
-Yo voy corriendo.-dije mientras me sacudía la tierra de los pantalones.
-Nessa, mejor ven conmigo en coche.-razonó Vidia- Vivimos en la otra punta del instituto. La gente se extrañará al verte llegar corriendo.
-Antes de llegar al instituto montaré, te lo prometo. Necesito correr un poco.
Mi hermana se encogió de hombros y arrancó. Yo agarré fuerte la bandolera y empecé a correr.

El viento me azotaba la cara. Alcancé el porsche de mi hermana poco depués de arrancar y bajé por un atajo para poder correr por la playa y entrar en el bosque. Corrí, corrí y corrí como nunca hasta un camino en el que esperé. El ruido de un motor me percató. Teniamos muy buen oído.
Después de cinco minutos el porsche paró delante mía y entré.
Vidia estaba radiante y muy contenta.
-Déjame adivinar...has visto al lobo...-dije.
-¡¡¡Siiii!!!!-chilló de alegria.
Cuando abrió la boca noté que Vidia tenía los dientes manchados de sangre.
-¿¿Has cazado??
-...Si, he hecho una parada.-dijo mientras se los limpiaba.
Palpé mi cuello y ví que tenía mi colgante. Suspiré.
Y por fin llegamos al instituto. Entramos en nuestra clase y vimos que éramos las primeras en entrar en la clase de ciencias. Nos sentamos en nuestro sitio de todos los años y sacamos los libros. Entonces comenzó a llegar la gente y ha ocupar sus asientos. Entre ellos Edward.
"Ahí está, Nessa."-dijo mi hermana comunicándose conmigo mentalmente-"Tan solo como siempre."
"Lo sé".-contesté.
"¿Porqué no te sientas con él? No me importa"
Me pareció buena idea y me disponía ha ir a su asiento cuando ví que ya estaba ocupado por una chica.
Su nombre era Isabella Swan. O mejor...Bella.